Este establecimiento goza de una ubicación privilegiada en una zona tranquila. Ofrece unas bonitas vistas y habitaciones amuebladas con mucho gusto, además de gimnasio, balneario y una cocina excelente. Inmerso entre el follaje y próximo al centro y sus opciones de ocio, el hotel ostenta una fachada blanca y luminosa que esconde un abanico de interiores amplios y atractivos. Todas las habitaciones tienen vistas a la ciudad o a las montañas de Buda. Relájese en el vestíbulo o en el bar o saboree los platos de la cocina de fusión en el restaurante o en la terraza jardín. Manténgase en forma en el gimnasio o mímese en el spa. Ya se trate de estancias de negocios o vacacionales, disfrute del ambiente acogedor y de las instalaciones de este encantador hotel.