El edificio del hotel es un antiguo monasterio franciscano del siglo XVII, protegido y considerado monumento, que ha sido convertido en un pequeño, rústico y acogedor hotel lleno de históricos elementos decorativos. Fue restaurado en el 2003 y tiene dos plantas en las que se reparten un total de 25 habitaciones. Cuenta con un hall de entrada con ascensores, área de recepción, caja fuerte y una cafetería. También podrá encontrar un bar y un restaurante climatizado. Podrá aparcar su vehículo en un aparcamiento público. Para completar el número de prestaciones, se le ofrece servicio de lavandería.
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