Este hotel, de estilo elegante y contemporáneo, se encuentra en la pequeña ciudad de Pamukkale, famosa por sus aguas termales y sus terrazas blancas de travertino que dan nombre a la ciudad, que significa "castillo de algodón". Los visitantes que lo deseen pueden visitar Hierápolis, Lugar Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, donde los griegos, los romanos y los bizantinos utilizaban las aguas termales desde el siglo II a. C., y donde aún pueden contemplarse las ruinas de los templos, las puertas, el Martirio de San Felipe y la necrópolis que contiene el sarcófago de Marco Aurelio. El restaurante del hotel sirve comida tradicional turca en el desayuno y en la cena, que se pueden disfrutar en la terraza descubierta con vistas a las colinas blancas cubiertas de travertino en verano. Los huéspedes del hotel pueden deleitarse con el amplio abanico de tratamientos de belleza y masajes del spa, o darse un baño refrescante en la gran piscina descubierta. Se trata del lugar perfecto para unas vacaciones de lujo en un spa, tanto para aficionados a la historia, como para quienes, simplemente, disfrutan de las mejores cosas de la vida.