Sala
Con una capacidad de hasta 200 plazas, el Hotel del Cardenal le permite celebrar su evento disfrutando de sus hermosos jardines o en su restaurante. La cocina del restaurante ofrece una gran variedad de platos para crear cualquier tipo de menú personalizado, asegurando que no falte ningún detalle. También, nuestros clientes podrán elegir entre de los menús ya elaborados que mejor se adapten a sus gustos y preferencias. Además, le sugerimos ofrecer a sus invitados, si lo requieren, un menú especialmente diseñado acorde a sus necesidades alimentarias especiales. El Hotel ofrece alojamiento a los invitados al finalizar el evento para que disfruten de la máxima comodidad o un servicio de transporte para su traslado.
Exterior
Toledo se conoce como la ciudad de la tres culturas, donde cristianos, árabes y judíos convivieron durante siglos. Algunos monumentos destacados son el Alcázar, la Catedral, las sinagogas de Santa María la Blanca y El Tránsito y la puerta de Bisagra.
Habitaciones
Los pasillos distribuyen en dos plantas sus 27 habitaciones equipadas para satisfacer las necesidades de los huéspedes que se alojan en el Hotel.
Restaurante
La mejor materia prima y la calidad de elaboración de platos de la cocina castellana y manchega se percibe como una diferencia sugerente. El Restaurante del Hotel del Cardenal ofrece una culinaria cuidada que representa la tradición tricultural de la ciudad y donde cada plato se expresa a través de las recetas más tradicionales. Está situado a la entrada del jardín, con capacidad para 200 personas, sus salas han sido cuidadosamente decoradas conservando las techumbres y artesonados originales, en alguna de ellas, complementándose con tapices reposteros y otros elementos decorativos. La escalera principal de granito desemboca en el comedor “Mezquita”, alrededor de un vano central el comedor se distribuye en ocho cuarteles rematados, alternativamente, con artesonado mudéjar de motivos estrelloides y una bóveda octogonal, de la que pende una réplica de un fanal de galeón español, del s. XVII. Desde el exterior, la fachada es una acertada combinación entre mampostería castellana, dinteles de granito sin pulir y tirantas y zapatas en madera. Sobre baldosas de horno irregulares y romas, desembocamos en los comedores “Greco” y "Mezquita", rematados con falsos dinteles de escayola inspirados en lacerías árabes y con una techadumbre de artesonado policromado del S. XVI. El Restaurante se abre al exterior con una Terraza en el jardín. En temporada lo hace un sitio ideal para tomar un café, una copa de vino ó un aperitivo. Por la noches se ofrecen las cenas que permiten disfrutar de un ambiente tranquilo y agradable en un entrono de naturaleza.