El castillo de Vivier, un antiguo palacete de tres torres, fue transformado en el siglo XIX en una magnífica mansión con innúmeras reminiscencias de la Edad Media y el Renacimiento.Todas las habitaciones del Castillo, con impresionantes vistas sobre el campo de golf, presentan una decoración rústica tradicional, caracterizada por los altos techos, cortinajes y colchas en tejidos adamascados y muebles antiguos lacados en blanco.Todas están equipadas con TV de pantalla plana, conexión a Internet, caja fuerte, minibar y cafetera Nespresso. Algunas están ubicadas en las torres del Castillo. Todas las habitaciones son para no fumadores.La cocina del restaurante del castillo, respetuosa con los productos locales, no deja a nadie indiferente. El joven chef y su equipo cuentan con un gran repertorio gastronómico con el que deleitan los paladares de los huéspedes de este castillo del siglo XV.