Apenas el 10% de los visitantes del Gran Cañón visitan su borde norte. El establecimiento, construido en los años 20 por el arquitecto Gilbert Stanley Underwood, ofrece tranquilidad y confort a los visitantes del borde norte. Su construcción rústica con paredes de piedra caliza y techos de entramado de madera complementa la exuberante belleza del borde norte. Se trata de un lugar amplio e informal en el que relajarse. El establecimiento cuenta tanto con habitaciones de motel y cabañas para acoger a los huéspedes como con un magnífico comedor en el que se ofrece una comida excelente con el aroma del oeste y vistas al cañón. Los huéspedes también se pueden relajar con una bebida en el bar.