Buena ubicación, cama poco confortable y habitación ruidosa
Un buen hotel en un gran enclave con excepcionales vistas y acceso a la playa, pero al que por desgracia no acompaña la calidad del descanso. pésima cama: pequeña para dos a pesar de ser de matrimonio y muy muy dura, casi como dormir sobre una roca. la habitación que nos tocó fue justo debajo del gimnasio, por lo que durante el día era imposible descansar: se oía el ruido de las pesas en el techo y el trasiego de las máquinas.
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