GKK Exclusive Private suite se ha rehabilitado en la planta noble de un edificio veneciano que conserva el encanto y la elegancia de tiempos pasados. Un patio típico, al que se accede por un antiguo arco, oculta este pequeño oasis de paz y tranquilidad, situado a pocos pasos del Canal grande y del Ponte di Rialto. Adornado con el suelo típico al estilo veneciano y con las características vidrieras emplomadas, creadas por maestros vidrieros de Murano, el establecimiento cuenta con los servicios más modernos, actualmente disponibles en los mejores hoteles. Tradición y modernidad interpretan el espíritu con el que Gianfranco y Marco, los dos jóvenes venecianos "señores de la casa", han cuidado cada detalle de esta vivienda. Por la mañana, por ejemplo, se le dedica una especial atención al desayuno, servido (según se haya solicitado) en la sala o en la habitación. La noche, en cambio, tiene como referencia un briefing, con consejos y explicaciones que permitirán al huésped adentrarse en circuitos poco explotados por el turismo. De esta forma se podrán descubrir con poca fatiga, encanto, historias y misterios de la ciudad: de la Venecia imaginaria de Ugo Pratt (extraída de los textos y de las imágenes de Corto Maltese) a la simpática y placentera de las antiguas tascas. A 50 metros del Canal Grande, bien comunicada, a pie o con el transporte público, la Residenza se encuentra en el barrio de San Polo, a pocos pasos de una de las zonas más animadas de la ciudad, el mercado de Rialto, donde arte e historia se confunden con la sencillez de la vida cotidiana. En menos de 5 minutos se llega a lugares como la Scuola Grande di San Rocco, la Basilica dei Frari, el Museo d'Arte Moderna di Ca' Pesaro, además del Ponte di Rialto y campo San Polo, sede de importantes manifestaciones como el Carnaval y Esterno notte (programación cinematográfica de verano organizada por el ayuntamiento de Venecia en colaboración con La Biennale-Cinema).Y no solo arte. La vida cotidiana de Venecia también está hecha de pequeños talleres artesanales, de voces y colores, que convierten a Venecia en una ciudad única en el mundo. Diferenciadas con nombres de personajes del pasado, las habitaciones recrean en el estilo y en la decoración la atmósfera de una casa de otra época: todas tienen baño privado, climatizador, secador de pelo, TV vía satélite, teléfono con línea directa, conexión Internet, caja fuerte y minibar. Algunas de las habitaciones tienen facilidad de acceso para personas con dificultad motora.